Para muchas personas la gestión inmobiliaria resulta un gasto innecesario e inconveniente, ya que no evalúan realmente los beneficios y motivos por los cuales esta apreciación resulta errada. Aquí se exponen razones por las cuales la gestión intermediaria de una inmobiliaria es muy necesaria y conveniente:
En primer lugar SEGURIDAD! En estos tiempos en que existen todo tipo de asaltos ¿cómo es que el propietario se expone a sí mismo y a su familia al mostrar su vivienda a un desconocido? Las empresas inmobiliarias tratan y seleccionan a las personas que desean visitar un inmueble, recolectan datos de los mismos y brindan la seguridad necesaria al propietario.
Obtienen la ventaja de un buen asesoramiento, que empieza por el precio, en la mayoría de las ocasiones los propietarios deciden montos que no corresponden al valor real de sus inmuebles, sobre evalúan los mismos motivados por el cariño y una visión poco clara del precio que se maneja en el mercado; por lo tanto vender resulta misión imposible. En cuanto a los compradores, al recurrir a una inmobiliaria obtienen opciones en rango de precio justo, ya que las tasaciones fueron hechas por profesionales, y como beneficio extra se ahorran tiempo; porque las mismas pueden ser vistas desde la comodidad de su hogar en catálogos enviados por mail con fotos y/o videos.
El asesoramiento legal que se recibe en las inmobiliarias también constituye un gran beneficio, se adquiere el inmueble con la tranquilidad de que todo se hace a través de documentaciones que respaldan la seguridad del propietario y del comprador, se tienen en cuenta hasta los más mínimos detalles para que la venta sea provechosa para ambas partes, ya que en una intermediación tanto la parte que vende como la que compra resultan clientes importantes para la empresa.
Otro punto favorable es que tanto el comprador como el vendedor se libran de la negociación, pudiendo ambas partes presentar contra ofertas, condiciones, deseos y el intermediario es el que se encarga de presentar y tratar de conseguir el beneficio para las partes, lidiando la mayoría de las veces con actitudes desagradables, de mal carácter, inflexibilidad etc, a las que responde con insistencia, tácticas de convencimiento y sobre todo argumentos valederos ya que es conocedor del ramo y sabe perfectamente que propuesta es favorable y que propuesta no lo es, y es por eso que puede defender razones.
El agente inmobiliario no solo vende un inmueble, vende su sistema de trabajo día a día, vende propuestas de descuentos para los compradores, tolerancia para que el propietario acceda a una venta financiada por entidades bancarias cuyo proceso es largo, y tiene practica para convencer al más inflexible cuando considera de que la propuesta presentada es positiva. Existen ocasiones en que los propietarios llevados por un mal carácter, o llamémosle orgullo pierden oportunidades de venta que hubiesen sido realmente beneficiosas para ellos, chocan con los compradores porque los agarraron en un mal día y arruinan la oportunidad de venta.
La inmobiliaria proporciona comodidad. El propietario se despreocupa de atender personalmente y a cualquier hora del día a los interesados que aparezcan, se desliga de fijar y recordar citas y sobre todo hacerlas con personas que le harían perder el tiempo ya que están lejos de concretar alguna operación. Se asegura que el comprador será tratado de la mejor manera posible, de manera personalizada atendiendo sus demandas.
Además el beneficio publicitario es importante, las empresas se encargan de publicar no solo poniendo carteles de venta y en los diarios, sino que utilizan la tecnología de clasificados virtuales, redes sociales, mailing, y sobre todo, las empresas inmobiliarias trabajan muchas veces en conjunto, están interconectadas y si en una existe un comprador que necesita el inmueble ofertado por otra empresa colega, simplemente comparten la comisión con tal de concretar una venta.
Pero también hay que dejar en claro que cuando uno decide acudir a una inmobiliaria debe fijarse en la trayectoria de la misma, hoy día existen demasiados agentes inmobiliarios que no poseen los conocimientos necesarios en cuanto al marco legal, ni la experiencia necesaria en negociaciones, tampoco brindan la cantidad ni calidad de servicios y en ocasiones les mienten a los clientes prometiendo más de lo que pueden cumplir cuando la realidad es que realizan apenas los mínimos esfuerzos para concretar una venta y lastimosamente los propietarios terminan muy descontentos, divulgan su mala experiencia y eso hace que la mala gestión de algunos nos afecte a todo el resto de las empresas inmobiliarias.
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